Press Release Summary = El cóndor es un ave mítica, el referente omnipresente de la cultura andina. Se cuentan por millares las reproducciones de su fiera figura y majestuoso vuelo en monumentos, cerámicas y telares.
Press Release Body = Dios tutelar, personaje de leyendas y fábulas populares, presagio y enigma para los adivinos y estudiosos, a través de los siglos el cóndor ha representado una variedad de símbolos casi infinita. Sin embargo, hasta hace muy poco era reducido el número de afortunados que había visto algún espécimen es su hábitat natural. ¿A dónde podía viajar uno para contemplar con sus propios ojos a este pájaro deslumbrante?
El viajero debía recorrer toda la sierra sudamericana a la espera de avistar en lo alto del firmamento, entre las escarpadas cumbres nevadas, el vuelo rasante de un cóndor. Entonces preparaba la carnada: se dejaba a campo traviesa el cadáver de un animal a medio descomponer. El olor no tardaría en ser percibido por el cóndor (ave carroñera) que descenderá de las alturas a devorar su alimento, momento propicio para contemplar su terrible perfil e hirsuto plumaje. Pero las complicaciones de una emboscada como la descrita son muchísimas: encontrar el animal que servirá de carnada, prepararlo sobre el terreno, cuidar que su cadáver no sea devorado por otro carroñero terrestre, no despertar las sospechas del cóndor, etc. Un trabajo arduo que no siempre ofrecía un resultado satisfactorio.
Sin embargo, ahora todo es mucho más sencillo. Basta con trasladarse a 106 kilómetros al noreste de Arequipa, en el Perú, e internarse en el Callejón del Colca para ser testigo excepcional del vuelo de los cóndores. Aquí no hay artificios ni emboscadas: las aves habitan pacíficamente su entorno natural, se reproducen, encallan sus nidos en los precipicios y dan de comer a sus crías. El viajero puede observarlos y acceder a sus secretos desde la tranquilidad de un mirador perfectamente acondicionado a sus necesidades, la ya célebre Cruz del Cóndor.
El Callejón del Colca es una maravilla natural que poco a poco va ganando difusión y celebridad entre los viajeros del mundo. El avistamiento de los cóndores, extraordinario en sí mismo, es solo uno de los muchos atractivos que ofrece este formidable paraje de abruptas montañas y pendientes escarpadas. Pese a las adversidades del terreno, el hombre andino ha sabido convivir con su paisaje y lo ha domesticado: todo el lecho del callejón está cubierto de los vestigios de grandes campos de cultivo, algunos de los cuales siguen produciendo. Uno pude pedir alojamiento en las comunidades campesinas, célebres por su hospitalidad, o en apacibles hoteles como el Colca Lodge ( Web Site = http://
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